El mundo esta lleno de círculos
(algunos viciosos en los que debemos intentar no recaer), alrededor de los
cuales, giramos sin control, tropiezas y te levantas pero siempre vuelves a
jugar. Lo importante, es levantarte y siempre disfrutar del viaje, aunque no en
todas las ocasiones nos parezca satisfactorio. Siempre hay que volver a jugar
porque nunca sabes, cuando vas a ganar.
No nos arrepintamos, nunca, de
seguir jugando, de seguir intentado, de seguir buscando… nuestra felicidad,
pues lo más triste es arrepentirte de no jugar… día que pasa no vuelve.
Ante todo sonríe siempre, y lleva
la cabeza bien alta porque mentalizarte de que eres feliz, aun en tu tristeza,
te hace sentir bien y te ayuda a jugar, otra vez, en esta ruleta rusa de
amistad, amor y lágrimas.
Otra bala, por favor…