"Por lo general, pasados los tres primeros meses, si la relación no fue la mejor del mundo, las personas comienzan a renacer de sus propias cenizas. Pero si la relación era relativamente buena y la ruptura tuvo lugar porque nos cambiaron por otro u otra, la cuestión puede requerir ayuda profesional. En estos casos, aunque la autoestima y el orgullo herido tardan en levantar cabeza, a veces la mejor cura es una nueva relación, cariñosa y tranquila. La ternura tiene un efecto sanador en las almas aporreadas por el desamor o el engaño, incluso más que algunos fármacos."
Los límites del amor. Walter Riso